Crónica de las posadas de Chimalhuacán Atenco.
Las posadas tienen un origen orgullosamente mexicano; se inician en la época colonial en san Agustín Acolman estado de México perteneciente a san juan Teotihuacán justo a finales del siglo XVI
En la época prehispánica los lugareños tenían una celebración que abarcaba del día 6 al 26 denominada Panquenzalistli que quiere decir levantamiento de banderas. En la cual por el momento no ahondaremos. Solo precisamos que fueron la antesala de loas 9 posadas instituidas por los frailes misioneros preocupados por la conversión de los nativos al cristianismo, su melodrama abarca 9 días en los que se narran las penurias de san José y su esposa María la cual daría al mundo al salvador de toda la humanidad
En 1587 fray diego de Soria obtiene del papa pio V el permiso para celebrar misas de aguinaldo con el correr de los años se fusiona la de la iglesia pasa a los conventos y de los conventos a los barrios y vecindades para convertirlas en fiestas familiares populares.
Los abuelos de Chimalhuacán Atenco nos dejan en sus memorias como ellos festejaban las posadas cuando eran niños, jóvenes y adultos.
Hoy en día a pesar de los cambios y la pandemia que mucha tristeza nos ha acarreado aún se festejan de forma alegre y Hoy toca el turno de reportar la crónica de las posadas del barrio de san juan Xochitenco. Que ha tenido lugar el día 16 de diciembre del año 2022
Iniciamos.
Para ello entrevistamos al sr. Ricardo Rosalío Peralta oriundo del barrio de Xochitenco. Y muy amable nos llevó paso a paso por el entramado orden de las posadas.
La primera posada inicia su relato el abuelo Rosalío… le toca a la mesa de festejos de san Juanito, las posteriores se reparten entre las demás familias haciendo una especie de equipos de 10 y hasta 14 personas. Pues al ser una tradición principalmente para los niños. Nadie se niega a participar.
Se estipula una cooperación que va de los 200 pesos hasta los 300 pesos por cada familia. Una vez que se reúne la colecta se trasladan a la central de abastos a comprar todo cuanto se necesita para la primera posada,
Se compra jícama, caña, naranja, mandarina, tejocote, cacahuates y colación por bulto. Además de luces de bengala, velitas y los clásicos silbatos para la escandalera,
Todo es trasladado al salón de usos múltiples de la iglesia de san Juanito,
Aquí los miembros de la mesa de festejos de la iglesia y la gente que viene a apoyar inician con el embolsado de la fruta.
En esta ocasión se contabilizaron 2,250 bolsas de fruta en 16 bultos. Cada bolsa lleva una fruta de cada una y un puño de cacahuates. Algunas como la mía trae dos jícamas y dos cañas… mi fruta favorita.
La gente que participa en el embolsado hacen recuerdo entre ellos de como festejaban las posadas cuando eran niños. Las risas por las anécdotas tan divertidas no faltan.
El embolsado inicio a las 12 del día… cuando llega la fruta de la central y termina a las cuatro de la tarde.
La gente se observa muy feliz y participativa en esta reunión de trabajo.
Cuando se ha terminado de embolsar se asea el lugar y se prepara una rica botana para todos los presentes.
El relajo sigue, las sonrisas y la felicidad se refleja en los rostros de las personas que participan.
En la iglesia mientras tanto la mesa de señoritas esta afinando los últimos detalles del adorno de la iglesia que ya pusieron con antelación.
También corrigen algún detalle de la mesa de los peregrinos (la replantación de María la virgen embarazada, sobre el fiel burro y San José tirando de él) que serán los personajes principales de estas posadas.
Todo está listo para dar inicio a las posadas. La emoción se siente en el lugar. Es un contento y una a legaría que se mira en todos los presentes.
Nos ofrecen de m beber una guachiringa (bebida alcohólica de caña) como un modo de cerrar el trabajo que se ha llevado hasta ahora.
A las 7 de la noche se da la primera llamada con re ‘pique de campanas; la gente empieza a llega y el atrio de la iglesia se empieza a llenar. Muchos niños, mujeres, hombres y ancianos. Viene a saber de muchos lados incluso de otros barrios, a pesar de que en los otros barrios también se festejan de manera muy similar. Todos vienen contentos a las posadas. Incluso bebes en los brazos de sus padres muy bien abrigados. Se da la tercera llamada con el repique de campanas y la posada inicia,
Se reparten las velas y los silbatos a todos los presentes para acompañar a los peregrinos.
Se pide permiso a la Santa Virgen y a San José. Cuatro niños toman la mesa de los peregrinos uno de cada lado y empieza el paseo y la letanía por todo el rededor del atrio de la iglesia. Los niños con sus chifladores y silbatos haciendo la escandalera. Un sonido particularmente alegre que nos retorna a la infancia en forma automática. Así hasta que termina la letanía. Es entonces cuando se pide posada. Unos dentro de la iglesia y casi todos fuera cantando.
Cuando nos dan la entrada todos cantamos alegre los villancicos y rezamos a coro lo que nos indican las mujeres que nos guían.
Inmediatamente después se forman de manera ordenada para recibir su fruta. Todos están en orden pues saben que todos alcanzaran su fruta.
Observo una gran cantidad de personas felices de participar de estas fiestas. Niños, mujeres, hombres ancianos y hasta< bebes de brazos reciben su bolsa muy contentos.
Cuando todo ha terminado. Las personas regresan los bultos de bolsas sobrantes de fruta al salón de usos múltiples. En esta ocasión han sobrado solo 4 bultos. Los cuales se reparten entre los presentes. Pero antes el mayordomo de la mesa da las gracias a las personas que embolsaron a los que han preparado la botana y los que han ayudado en todo el proceso. Pues no es fácil llevar a caobo esta bonita actividad sin ayuda de la comunidad.
Nuevamente nos ofrecen un tequila para festejar que todo ha salido bien y dan gracias a dios y a la santísima virgen.
Ha sido un honor para mí recaudar esta crónica de las posadas de mi pueblo a cargo del barrio de san juan Xochitenco.
Agradezco de forma respetuosa las atenciones brindadas a mi persona y a toda la gente que acudió a festejar esta primera posada.
Un abuelo comento… y las otras prometen ser mejores.
Con este comentario nos queda una sincera sonrisa en el rostro al saber que las tradiciones del pueblo de Chimalhuacán Atenco siguen vivas y las personas las festejan con orgullo y alegría.