In Nelly Teotl, Mexika Tiahui
Mtro. José Enrique Veladiz Meza
A la Memoria del Jefe Faustino, el Guardián de los Volcanes.
Cuando nuestros abuelos dejaron la Gran Tenochtitlan por causa de la invasión española, se fueron a refugiar al norte perseguidos por el más cruel y sanguinario de las huestes de Hernán Cortes, el sin descanso eterno Pedro de Alvarado, quien murió aplastado por su propio caballo, el mismo personaje que causo el genocidio de la fiesta de Toxkaltl cuando se bailaba para iniciar con la época de lluvias, para pedir por las siembras, sin intenciones bélicas en la gran plaza, en los días según el calendario gregoriano de mayo de 1520.
Estos acontecimientos son el inicio de las danzas de conquista, que se pueden remontar a los inicios de la sangrienta evangelización que destruyo las escuelas y obligo a construir iglesias, que prohibió el uso de la gran variedad de instrumentos musicales originales y que solo permitió el uso de un tambor y un flautín o chirimía por pueblo.
Se sabe por los anales de los frailes que en cada barrio o calpulli había una escuela para adiestrar a los jóvenes en las artes y los oficios, en el bien común, y un centro ceremonial para aprender el manejo de la naturaleza para convivir en armonía con ella.
Estos centros de educación fueron destruidos y en lugar de ello se sometieron a los sobrevivientes al maltrato psicológico para arrancarles sus tradiciones y simbolismos.
Por ejemplo, en la fiesta de toxkatl se llevaba a cabo la ceremonia para pedir por las lluvias y las buenas cosechas, se convidaba a la gente a participar de ella bailando y compartiendo los frutos y los alimentos.
Pero a golpe de la santa inquisición y el sagrado evangelio se obligó a los cautivos a postrarse ante la cruz y reconocer a Jesús Crucificado como el hijo de Dios y bailarle a él en lugar de la energía creadora y hacedora de vida.
Se sabe que nuestros abuelos que bailaban tenían que hacerlo bajo el rigor de los soldados y los frailes y gritar “EL ES DIOS” y postrarse ante la cruz para seguir con sus tradiciones, pero quien se reusaba era cruelmente castigado por no aceptar al redentor amoroso.
Este grito sigue hasta nuestros días escuchándose en los atrios de las iglesias donde se lleva a cabo la danza de concheros, que son los descendientes de los sobrevivientes que ocultaron sus tradiciones y aceptaron los instrumentos que les dieron los frailes.
Un episodio curioso que gracias a la tradición oral llega a la época actual de nuestros abuelos que tenían una escuela de música por cada calpulli se dio cuando los frailes les querían enseñar a tocar el laúd traído de España a los sin alma o “indios” se dice que cuando torpemente querían sonar su instrumento musical los monjes de solo mirar nuestros abuelos aprendieron y fueron más virtuosos o que ocasionó que se prohibieran los instrumentos musicales solo el uso del laud, pero que con el paso del tiempo fueron escasos y se empezaron a construir nuevos hechos de conchas de armadillo como caja de resonancia, que se sabe es el origen de los concheros los cuales transportaron los ritmos del huehuetl al nuevo instrumento.
Hay vestigios de esta aceptación de nuevas normas para conservar las tradiciones milenarias en las antiguas iglesias de San Miguel de Allende, antiguo asentamiento de los Chichimecas que datan de 1530, concretándose lo que en la tradición se le llama como danza Azteca-Chichimeca de Conquista.
Estas danzas y sus atavíos como los faldones de los monjes se conservaron por siglos, los cantos en náhuatl se tradujeron o se hicieron en español, posterior a la independencia, se empezaron a hacer nuevos cantos o alabanzas que empezaron a relatar los sucesos ocurridos y las tradiciones como se hacía antes de la invasión española.
A mediados del siglo pasado, con el Movimiento Confederado Restaurador de los Valores Culturales de Anahuak, que en lengua náhuatl se dice Ollin Kalpultin Anauak Teizkaliliztli (OKAT) y su acercamiento a la tradición hubo un nuevo movimiento de danza que se le conoció como danza Mexika, que comenzó a introducir elementos más culturales e incluso con el manejo nuevamente de la lengua náhuatl como el instrumento que permitió darle un nuevo sentido a las ceremonias.
Entre los nuevos elementos que se aportaron en la danza Mexika fue la de dejar de gritar “El es Dios” y se propuso en un primer momento arengar a los danzantes mediante el “Mexika Tiahui” o Mexicano Adelante para conocer su legado cultural, que fue bien recibido por los nuevos practicantes de la danza, teniendo un clímax de aceptación ante la conmemoración de los 500 años del fallido viaje de Cristóbal Colon hacia las Indias y su desafortunado arribo al caribe.
Esta arenga no fue aceptada por los generales danzantes de tradición o concheros, algunos de ellos no permitieron que nuevos danzantes o grupos de danza participaran en sus rituales o ceremonias, hubo un logro cuando Olinkan un personaje nahua hablante del OKAT tradujo al náhuatl varias alabanzas, una de ellas en las que se da gracias a Dios; al cantarla en náhuatl: Tlazohkama Ueue Teotl, fue bien aceptada y en lugar de gritar el tradicional “El es Dios” se quedó “Ome Teotl”
Finalmente, si existe una palabra en náhuatl que haga referencia al significado de Dios, puede ser Ipalnemouani o en español se puede decir: Aquello por quien todo lo es, o la energía vital o verdadera que se dice IN NELLY TEOTL
Lo interesante es ¿Por qué se baila? o ¿A quién se baila?
¿Por qué se dice danza de conquista?