LA CERTEZA DEL CONOCIMIENTO.
La Abducción y la Epistemología.
¿Es, pues, eso la verdadera amistad?
No, tampoco es eso aún. La tesis más audaz es la que reza:
la primera amistad que se necesita es la uno consigo mismo.
Si no la hay, ni se está para el otro ni se llega a
estar realmente vinculado con él.
¡Pero qué lejos queda eso de lo que llamamos “vinculante”!.
Hans-Georg Gadamer (2004).
La epistemología se considera parte de la filosofía de la ciencia, permite establecer la
certeza del conocimiento científico en sus distintas áreas, más allá de generar dos
posiciones, empiristas, el conocimiento debe basarse en la experiencia, lo aprendido
durante la vida, y racionalista, la fuente del conocimiento es la razón.
Los fundamentos y métodos del conocimiento científico son el área de estudio de la
epistemología, para tal efecto, toma en cuenta a los fenómenos histórico-sociales y
psicológicos con ello se determina el proceso de construcción del conocimiento, su
justificación y veracidad es decir estudio del conocimiento y del pensamiento en general.
En la epistemología, las cogniciones son procesos dinámicos, esenciales en las acciones que
oscilan entre los estados mentales de duda y creencia, la instauración de prácticas que
determinan las acciones de los hombres con la cualidad de un estado satisfactorio y
apacible, en el que todo humano quisiera permanecer. Aventurándose a decir que el estado
mental de duda estimula a indagar hasta la autodestrucción, como se dice coloquialmente
“el hombre es el Frankenstein del hombre”; es un estado turbulento e insatisfactorio del que
todo humano lucha por liberarse de la duda para provocar una contienda para alcanzar el
estado de creencia.
La dupla duda y creencia son un lapso entre dos estados completamente opuestos, mientras
que la creencia es un hábito, la duda es la privación de este. La duda, no se genera
espontáneamente haciendo una pregunta, la oración no es interrogativa por ponerle un
signo, debe existir una duda real y auténtica, la duda de origen externo usualmente viene de
la sorpresa, siendo tan imposible para un hombre producir una duda auténtica
voluntariamente, así como sería el generar una sorpresa mediante un simple acto de
voluntad.
Entonces, para desplazar un hábito debe existir una duda auténtica, que generará la
sorpresa. Por ejemplo, la creencia es un hábito fuerte y como tal, fuerza al hombre a creer
hasta que una sorpresa rompe el hábito.
Para Sanders Charles Peirce, el modelo epistémico lo propone como la sorpresa que es el
detonante de toda indagación, a la sorpresa la llama hecho sorprendente, el cual se puede
dar por novedad o por anomalía.
La conexión entre la transición del modelo epistémico y la lógica abductiva, entre los
estados cognitivos de duda y creencia se ve muy claramente en el hecho de que la sorpresa
sea la detonadora del razonamiento abductivo, el estado de duda rompe un hábito de
creencia.
El proceso cognitivo que integra a la inferencia abductiva con el proceso epistémico puede
describirse como una experiencia novedosa o anómala que da lugar a un hecho
sorprendente, el cual genera un estado de duda que rompe un hábito de creencia, y así
dispara el razonamiento abductivo. Este consiste justamente en explicar el hecho
sorprendente y así sosegar el estado de duda.