La impecabilidad de los graniceros o la conexión con el universo

Prof. Guillermo Martínez Martínez

Grupo Yolteotl

Dedicado a la Mtra. Ximena Jordan

Directora de los museos Frida Kahlo y Diego Rivera

Dentro de las tantas historias del México Antiguo que han prevalecido hasta nuestros días gracias a la tradición oral, hay una que tiene una gran carga ética y moral para quienes son iniciados en el arte de mover las nubes.
Se dice que a quien lo toca el rayo, se inicia en el conocimiento, la medicina, el buen decir, lo enseñan para tener un comportamiento impecable y servir a la comunidad en su conjunto.
Pero, ¿A qué se refiere que te toque el rayo?
Cuando alguna persona que camina por el monte y cae cerca un rayo que puede no matarlo, pero dejarlo inconsciente inicia un viaje energético donde se le permite conocerse a sí mismo y puede traer consigo una vez que retoma la conciencia dones para ponerlos al servicio de la comunidad.

Texíspec Bendecidor y espantador de granizo.

Enfloramiento de las cruces 3 de Mayo 1965, cueva de las tres cruces Tepetlixpa

Estado de Mexico

Fotografía Alfonso Munoz, INAH

Puede ser que, a su regreso de ese viaje energético, sea recibido por la hermandad, agrupación o cofradía de los graniceros, hay a quien les ha tocado el rayo una vez, dos veces, tres e incluso cuatro veces sin causarles daños físicos considerables.
Una vez que el nuevo granicero es aceptado, su nueva condición trae consigo grandes responsabilidades hacia consigo mismo y para los demás, se le enseña a respetar a la naturaleza, a cada uno de los seres vivos que habitan, a su entorno. Se le enseña a convivir en armonía y a controlar sus pensamientos, dado que se le ha otorgado un Don especial que debe de poner en práctica las 24 horas del día.

Se dice que, un granicero puede mover a las nubes negras que traen granizo, por eso su pensamiento debe de ser siempre puro y libre de prejuicios y rencores hacia los demás, porque si no domina su pensamiento y tiene algún conflicto con algún vecino le puede causar daño, a su familia o sus cosechas.
No cualquiera puede ser parte de estas corporaciones, solo quienes soportan la gran carga energética del rayo pueden comenzar con la educación rígida, inquebrantable, para que el comportamiento de pensamiento, palabras y hechos.
Los maestros graniceros, que son gentes que sobrevivieron a tres o cuatro veces el encuentro con el rayo, enseñan a los iniciados el arte y el manejo de las nubes, para ellos; la mente y las nubes son parecidas, una mente tranquila y serena puede tener ideas brillantes y ayudar a los demás, pero un pensamiento gris o negro al igual que las nubes puede traer consigo granizo y devastar las cosechas, los cultivos y dejar sin comer a la comunidad.

Conforme pasan los días una vez que se regresa del viaje energético del encuentro con el rayo, las enseñanzas y tareas se van haciendo centrando en los quehaceres del manejo de las nubes, cuestiones aparentemente simples como lo es el ciclo del agua, para nuestro México el ciclo inicia el tres de mayo y culmina el 4 de noviembre.
Se les enseña a interpretan varias alabanzas y oraciones mientras van colocando los tlaloques junto con su ofrenda de alimentos, veladoras, velas y arreglos florales como parte esencial de sus rituales de bienvenida y despedida al ciclo del agua.
Se les enseña que todo está conectado, el origen de las cosas el Mixcoatl, que es el lugar donde se inicia el movimiento de las nubes, que tiene su punto inicial en el origen del universo mismo.
Ahí donde todo sale a la vida, en armonía para beneplácito de Aquello por quien todo lo es; IPALNEMOUANI.
Los maestros graniceros, son considerados como los guías espirituales, curanderos, parteras de la comunidad y mediadores del ciclo agrícola para controlar los fenómenos atmosféricos: lluvias, rayos, tempestades, granizos, plagas, vientos y periodos de sequía, porque de esto depende la producción de alimentos.
En la literatura Novohispana que dejaron los frailes, se les catalogo como Sacerdotes, brujos o hechiceros, pero en realidad desde los tiempos inmemoriales y a la fecha los graniceros realizan sus trabajos de sanación (limpias y herbolaria) en una habitación de sus casas donde colocan un altar y la gente acude para consultarlos diariamente, los rituales del agua los realizan en cuevas que están alrededor de los volcanes y les llaman sus templos, también en montículos o basamentos en la orilla de barrancas o terrenos, en cruces que se localizan en cerros, aunque sus templos mayores son los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Actualmente se les conoce por diferentes nombres: Sinónimo(s): aurero, trabajador del tiempo, temporaleño (Edo. Méx) (1); espantanublados (Mor) (2); aguador, pedidor de agua, temporalista (Mor) (3); servidor del tiempo (4) tiempero (Mor y Tlax) (5). Lengua Indígena: náhuatl Tlamaske (6); Kiapeki, el que hace la lluvia; Teotlazki, el que arroja el granizo (1), el que rechaza el granizo (7); Ahuaketes (Mor) (8), Klaklaski (3), kiohtlaskeh (9), tezitlazcs y Kiatlacs (Mor y Tlax).

Son considerados los guardianes de los volcanes, quienes también tienen por misión transmitir los mensajes de los volcanes hacia la comunidad y salvaguardar el conocimiento y la cultura de nuestros ancestros hacia el nuevo despertar de la humanidad.
Actualmente en las ceremonias se están integrando personas que no han sido tocadas por el rayo, pero saben cómo se desarrolla la ceremonia para pedir el agua al haber asistido algunas ceremonias, y muchas veces estas personas motivan a los graniceros a seguir realizando las ceremonias, y también los apoyan a veces con transporte, flores, velas y frutos. Algunas personas que no son graniceros también realizan ceremonias del agua, aunque a veces en lugares y fechas diferentes.
La continuidad de este linaje no se basa en lo oral o escrito a otras generaciones, está basado en el conocimiento Akashico, onírico, astral, donde la ciencia aún no tiene respuestas.