Le quiero a él

Le quiero a él

Y lo quiero a él

Sí, lo quiero a él

Pero el puto miedo

Me atravesaba la garganta

Para no gritarle que le quería con toda la fuerza de mi ser

Sin embargo

Cada vez que le miraba

Cada vez que yo estaba entre sus brazos

Y sentía ese calor infinito

Que me llevaba a viajar

Por nueve galaxias

Yo quería decirle que le quería.

Sí le quería

Con sus millones de cicatrices sembradas en su espalda

Con el cansancio acumulado sobre sus hombros

Y que a veces le hacían desfallecer

Le quería con todos esos miles de fantasmas

Que lo rodeaban cada vez que me hablaba

Mientras yo estaba encima de él

Y le susurraban al oído y no le daban permiso de decirme

Te quiero.

Le quiero porque sus manos

Hacen arte cuando me tocan

Pese al embrujo de la soledad

Que le dice quédate así

Así estás bien

Le quiero pese a su pasado

Porque su pasado le hace ser quien es

Y no pretendo cambiarlo

Sino más bien le acepto con toda su historia

Entretejida de dolor, de risas, de orgullo, de éxitos, de todo lo que es él

Le quiero porque tiene alma de niño

Que sonríe con todo

Y se maravilla de todo

Le quiero porque busca poner el sol

En todo lo que hace

Y eso lo descubro cada vez

Que yo le beso los ojos.

Le quiero porque aún en él habita la inocencia

Cosa que en estos tiempos posmodernos

Se torna difícil de creer

Y parece que abunda la maldad en las mayorías

Pero él cree en Dios

Porque es un hombre bueno

Y porque, aunque dude de su bondad

Siempre está ahí para los que lo necesitan

Está para sus padres

Para sus amigos

Para sus hijos

Está para mí

Y aunque no siempre tiene

Un morral donde guarda el tiempo

El precioso tiempo

No se de dónde lo obtiene

Pero le gusta regalarlo

Para leerme

Para contagiarme de sueños

Para embelesarme con sus proyectos

Con sus ganas de construir castillos

Terrenos

Adobes.

Le quiero por la ternura que derrocha cuando estamos

Solos

Porque se deja envolver en las ideas más disparatadas

Que nacen de este ser inusual que soy yo

Que si ponemos chocolate

Que si construimos una máquina del tiempo

Que sí dejamos las ventanas abiertas

Para que a contraluz

Pueda recrear mi desnudez

Sin que yo me sienta invadida

Le quiero

Porque él me hace sentir

Como Diosa

Cuando me delinea

Con besos todo mi cuerpo

Y me respira

Y me da de su aliento

Y provoca que yo agarrada a sus cabellos

Grite extasiada de felicidad

Mientras sucumbimos

Juntos

A aquel mágico universo

Al que no hemos dado un nombre

Pero que sabemos que nos gusta ir ahí

Le quiero

Porque él no busca hacer lo que otros hacen

Porque es completamente diferente

Porque no tiene pelos en la lengua

Y cuando tiene algo que decir

Lo hace

Desde la ciencia

Y con la ciencia

Le quiero

Y quizás algún día

Me arme de valor

Y le confiese que yo le quiero

Con mi alma

Y cuando digo con mi alma

Quiere  decir, eternamente.

Oralia Espinoza Montiel

Oralia Espinoza Montiel

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