Mujeres, discriminación y democracia
En diciembre de 1979 se realizó la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) en donde estableció en su recomendación 25 que “Las mujeres pertenecientes a algunos grupos, además de sufrir discriminación por el hecho de ser mujeres, pueden ser objeto de múltiples formas de discriminación por otras razones, como la raza, el origen étnico, la religión, la incapacidad, la edad, la clase, la casta y otros factores. Esa discriminación puede afectar a estos grupos de mujeres principalmente, o en distinta forma que a los hombres. Quizá sea necesario que los Estados Parte adopten determinadas medidas especiales de carácter temporal para eliminar esas formas múltiples de discriminación contra la mujer y las consecuencias negativas y complejas que tiene.”
Las democracias tienen como uno de sus principios la igualdad que deben gozar todas las personas sin excepción alguna, esto es un reto que implica buscar que además de que la ley señala que todos somos iguales, esto se traduzca en los hechos para que todas las personas gocen su ciudadanía política, civil y social.
A 41 años de la celebración de la CEDAW en nuestro continente y en nuestro país se viven desigualdades en el acceso, goce y ejercicio de los derechos para gran parte de la ciudadanía y ni que decir de la niñez y adolescencia. A lo largo de los últimos 100 años lo que ha estado más en el foco de atención ha sido la exigencia de los derechos político-electorales de las mujeres al ser excluidas del ejercicio del poder y de la participación política, sin embargo, existen otras vulneraciones que sufren otros grupos en situación de vulnerabilidad. Pero detengámonos un momento aquí y veamos que dice la Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e intolerancia (2013) respecto a los Grupos Vulnerables o Grupos en situación de vulnerabilidad.
Los Grupos Vulnerables “son colectivos de personas que, por motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico, identidad cultural, religión, edad, sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género, condición migratoria, de refugiado, repatriado, apátrida o desplazado interno, discapacidad, característica genética, condiciones bio-psico-sociales o cualquier otra, han sido históricamente discriminados y el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos negados o violados.” Ejemplos son las mujeres, personas en situación de pobreza o en situación de calle, pueblos indígenas, refugiados, etc.
Ahora bien, las personas en situación de vulnerabilidad suelen ser víctimas de discriminación múltiple, es decir que son objeto de exclusiones o restricciones por más de un motivo de los antes mencionados, esto normalmente se ve bajo en enfoque de la interseccionalidad que muestra como en contextos históricos específicos se cruzan múltiples ejes de desigualdad y afectan a las personas de formas complejas e inflexibles.
Una persona puede pertenecer a varios grupos a la vez y puede experimentar opresiones o privilegios de manera simultánea, por ejemplo, una mujer puede ser una científica reconocida y sufrir violencia familiar, no todas las mujeres tienen los mismos privilegios ni las mismas exclusiones, pero si pueden ser discriminadas por más de una causa a la vez.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, Resultados sobre mujeres, las causas por las que una mujer es discriminada o excluida son: por ser madre, por ser la principal persona proveedora, por ser pobre, por ser indígena, por tener a su cargo el trabajo del hogar y el cuidado no remunerados, al estar en cargos directivos, en la toma de decisiones cotidianas, en la determinación de uso de anticonceptivos, en la decisión del número de hijos.
Dicha Encuesta muestra que una de cada cinco mujeres de 18 años o más (20%) declaró haber vivido discriminación por al menos un motivo en los últimos 12 meses, la proporción aumenta cuando se trata de una mujer indígena (24%), y más aún si se trata de una mujer indígena trabajadora del hogar (31%)
Al problema de discriminación se añade la violencia, tres de cada diez mujeres de 18 años o más consideran que la delincuencia y la inseguridad es el problema que más las afecta. La falta de oportunidades para conseguir trabajo es el principal problema para el 13% de las mujeres. En el ámbito laboral el 18.3% de las mujeres refieren haber sufrido discriminación salarial por no recibir la misma paga que un hombre en el mismo cargo, en esta situación el rango de edad más afectado fue de los 30 a los 59 años.
Ante la situación actual del país se deben elaborar y aprobar políticas públicas que garanticen el libre ejercicio de sus derechos, una vida libre de violencia en todos los ámbitos y las mismas oportunidades que los hombres.
Para conocer más cifras sobre la discriminación en México hago la invitación a las siguientes páginas
- https://www.conapred.org.mx
- https://sindis.conapred.org.mx/
- https://www.cndh.org.mx/
- http://anterior.codhem.org.mx
Svetlana Arias
Los datos siempre pierden fuerza si no se le da contexto. Desafortunadamente los datos que proporciona la autora son tan reales que uno los puede casi tocar, sentir…por lo menor, percibir. Gracias por el artículo.